martes, 6 de agosto de 2013

Hola

Ah, soledad.

Tú que me conoces más que a nadie, explícame. Tú que conoces mi libertad dime que tan esclavo soy.

En mi corazón hay un tambor que no deja de tocar ¿Por qué pido palabras que nadie me dará? Soledad y el Diablo se van a casar.

En mi corazón hay una bomba nuclear, un regalo de Dios, una flecha de hueso, una fecha de caducidad. Todos los niños muertos vienen a jugar, porque les entrego flores de su entierro.

Todas las palabras forman una cadena, se toman de las manos y se arrojan al mar. Nos arrastramos, la luna nos lleva y nunca llegaremos. Somos letras, somos mar, somos nada. Nuestro objetivo: Nadar.

Que fui idiota está entendido y que sigo siendo viene pronosticado. Tocar es mi don y el embrujo escondido. Comiéndome las manos, empezó a llorar, la niña caprichosa que encontró Vanadio.

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Hay quien calla para no equivocarse...
yo mismo debería hacerlo.