jueves, 23 de septiembre de 2010

Los dioses ocultos.

Yo le sé exigir al cielo, le grito a las nubes. Derechos celestiales y detalles simplistas que me he negado.
Culpo al ser superior que vive en mi cerebro, culpo a los obstáculos tan difíciles de sortear aunque pequeños.
Así se siente cuando mueren todos los sueños y el corazón se te pega a las costillas.

Por eso, corazón, le grito a las estrellas. Le reclamo con melancolía a la bóveda oscura como tus cabellos, la piel se me arranca y le aúllo a la luna como hacen los perros.

Por qué no puedo andar a gatas
como lo hacen los locos?
¿Por qué no puedo aullarlo todo
como lo hacen los lobos?

¿Por qué no puedo resignarme
y aguantarme hasta la risa?
¿Por qué uno quiere lanzarse desde lo alto
y al bajar buscar olvido?

¿Serán los dioses ocultos o serás tú?
será una decisión mortal
¿serán los dioses ocultos o serás tú?
Será una decisión mortal

¿Por qué no puedo desgarrarme la piel
hasta lograr un vacío?
¿Por qué uno se retuerce entre rincones
mirando al cielo en busca de alguien?

¿Serán los dioses ocultos o serás tú?
será una decisión mortal
¿serán los dioses ocultos o serás tú?
Será una decisión mortal
fatal


lunes, 13 de septiembre de 2010

Calendario

Los días que me escondo de ti, los que tienen más sentido. Los días que no soy humano, que la nada me habla.
El canto de las sirenas, antes de dormir y quemar mis tripas. Las lágrimas que no caen si no que resbalan y me pintan las paredes.

Los días que me muero contigo, que pregunto '¿Estás bien?', que me se de memoria el esqueleto. Que quiero hacerte reír, que te deseo lo mejor, que no sé para que sirvo.

Los días que son de algodón, que ocupo para descansar, cuando disfruto dormir porque es como no estar vivo.

Los días que te protejo, que quiero que seas feliz, que te cuido de todo, que quiero que estés bien.

Los días y las noches, uno por uno corazón, por los que estoy despierto.

domingo, 12 de septiembre de 2010

De revolución y otras raves.

Pachuca Hidalgo, las 12 y sereno, el relojote, el parquesito, el kiosco...

Tomás camina a horas - ya no digamos indecentes, si no - peligrosas. Mira la banca del parque, como un oasis del descanso correcto.

Retrospectiva.

Tomás llega a la fiesta, camisa naranja, cinturón de estoperoles. Siguiendo el olor de mota y los gritos alocados.
La música en vivo, guitarras mal ecualizadas, un bajo expandido, disperso, la batería que suena a cacerola, el japi pank, el emo, el INDI, el shougueis.
La tocada vecinal, el 'Siempre en Domingo' en drogas. Y que si has escuchado a Foals o a los Vampire Weekend, que son lo nuevo, que son lo fresco.

Las bandas locales, que se critican unos a otros y se llaman bros. Que pedo Bro, tu banda rifa wey, es una buena propuesta...

- Vas Tomás, ya después de estos weyes nos toca.
Se pone a digitar el Tomás, un llegue a la cheve, otro llegue al porro y que las cois para después porque se pone bien loco.

Ya vas, conectate... aguas con el cable que está en las últimas. ¿Si le sabes mover al pedal?... Te lo quito si tienes pedo... ésta es la distor... ésta de acá. Por ahí anda el wah-wah... búscale... ándaleee... ese mero.

El conteo de la batería, Love, love, love... los covers de Zoé. Lo máximo, el stage, la lluvia de calzones.

Terminó de tocar, los fajes y recontrafajes, con la ex, con la next... en lo oscurito.

Memoria perdida.

Camina el Tomás, por revolución... ¿Y la guitarra?... La chingada guitarra. Ojalá el Adrián la tenga... La Les Paul, vale verga... ya ni como.

Tomás en el parque del reloj, viendo la banca y pensando en dormir. El Tomás hasta la madre, ya con el bajón. 3 de la mañana y ganas de no saber.

Se acuesta a dormir... ¿Las putas?... Si... ya las cambiaron de lugar... Risitas.

Cerrando los ojos, se le escapa la orina, se le seca la boca y se le acaba el aire. Contra viento y marea a dormir... Ni pedo.

Despertar.

El olor a miados, las paredes frías de las galeras. Que'l pinche drogo dicen los policías.

Afuera, se realiza la colecta para liberar a Tomás. Uno de los mártires del rock



jueves, 9 de septiembre de 2010

Agua

Bailar lentamente es recordar
mover, hasta los ojos derretir
cera evaporada, ¿Qué se hizo de ti?
te dieron la espalda, te dejaron ir.

Nube de congoja, lluvia de alegría
nieve de abrazos y calor incondicional
todo se transforma y recicla
dime corazón, háblame del futuro.

Dudar y creer, amar u odiar
tan versátil, genio impredecible
tan sinuosas las pulsaciones de tu status
como imperceptible la azúcar y ternura.

Aquí estuve, pero quizá hasta hoy soy
prexistencia en la línea del tiempo
no quiero perderte nunca
caprichos de sal.