sábado, 29 de octubre de 2011

Verborrrea.

Sé que lo estoy haciendo mal porque no encuentro las ideas, pulcras, despejadas y vivas.

En realidad quiero hacer muchas cosas sólo por el gusto de comenzar, de emprender, de cambiar las telarañas que se trajo este año y el trago de rutina que no he terminado de digerir.

Estoy usando la cabeza nuevamente y tratando de evadir desastres por un lado, por el otro me gobierna el corazón que se aferra a imposibles y rosas. Como si la vida fuera así, como si no fuera verde con un gris con colores ocasionales, chingos de pendejada y momentos bochornosos.

La vida es así, vibrosa y en ratos tranquila, interesante si fueramos animales cazando el alimento. Más ahora nuestro cerebro es más fuerte que el animal que lo forra, estamos sobrados y dados a la verga.

No es que me interese que la raza involucione, porque de ser así estaría muerto, seguramente. Y pues no me quiero morir, irónicamente, eso es por el instinto de supervivencia.

Sobreviviencia es apenas vivir encima ¿No? La supervivencia es supervivir, como pinche rey papá, sin que algo te preocupe, tal vez nadar con tiburones cuando me aburra del baro y usar rollos de papel de oro en mi triste y cursi trasero.

Estabamos en los gajes de la humanidad, en la soledad relativa y absoluta, yo estoy siempre, quien lea esto me acompañará un ratito, ya no remarcaré la ironía contradictoria, te considero lo suficientemente acostumbrado a eso cuando llegas hasta este punto de lo que he escrito.

Escribir hasta el culo es una especie de vómito cerebral que me tengo merecido y hasta necesario. Lo malo de expresarse con groserías, es que el texto comienza a cargarse de ambiguedades molestas para alguien que acostumbra a leer, el buen leer pues.

Me choca leer a un autor traducido, a ustedes no? Imagínense a Sabines traducido al inglés, esos hijos de puta no tienen idea, las palabras tienen algo que la traducción (aunque interesada y específica) se va a cargar en dos puñetas.

Entonces he leído ingleses, rusos, polacos, hasta al Transformer y siento que me perdí de algo, porque no sé que onda con la lengua nativa, no sé las palabras, como suenan, el sentimiento, las vivencias. Por eso leo en Español y en inglés de verdad, lo demás son textos desalmados, lejanos, como escritos por una pc del futuro.

Ah sí, de que hablaba? Claro... Chícharos.