Abriendo los ojos el cabrón y pegando un grito de aquellos, se me despertó mi Julián un 13. Pelos largos y pirujientos bien anudados de sus manos.
Ni como dijera que no, si se veía que si... Con los pinshis ojotes perdiiiidoooos y buscando la salida quien sabe de donde el tan pendejo si estaba en su cuarto echadote.
'Ay ya no mamen, no la frieguen' y pues nadie le contestaba, solito el animal se la pasaba dando espectáculo en la casa que - bien le dijeron- estaba embrujada desde ayer merito.
Cayó la maldición y todos pelaron gallo, pero mi Julián se me quedó a salvaguardar la patria. Como soldado ya chingó a su madre, lo hubiera visto con la cara sudorosa y en calzones, saliendo de la casa a rogar por su vida y alma.
Allá va Julián, a lo lejos.
Y a mi que me caía bien el condenado...
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Hay quien calla para no equivocarse...
yo mismo debería hacerlo.