Ah, soledad.
Tú que me conoces más que a nadie, explícame. Tú que conoces mi libertad dime que tan esclavo soy.
En mi corazón hay un tambor que no deja de tocar ¿Por qué pido palabras que nadie me dará? Soledad y el Diablo se van a casar.
En mi corazón hay una bomba nuclear, un regalo de Dios, una flecha de hueso, una fecha de caducidad. Todos los niños muertos vienen a jugar, porque les entrego flores de su entierro.
Todas las palabras forman una cadena, se toman de las manos y se arrojan al mar. Nos arrastramos, la luna nos lleva y nunca llegaremos. Somos letras, somos mar, somos nada. Nuestro objetivo: Nadar.
Que fui idiota está entendido y que sigo siendo viene pronosticado. Tocar es mi don y el embrujo escondido. Comiéndome las manos, empezó a llorar, la niña caprichosa que encontró Vanadio.
martes, 6 de agosto de 2013
domingo, 30 de junio de 2013
Primero.
Gracias Dios, gracias a la vida, tengo una familia completa.
Gracias por la vida que se me entregó.
Gracias por que amé y fui amado. Amo y soy correspondido, por no bajarme nunca de la montaña rusa del amor.
Gracias por lo nuevo, que me confirma que siempre se aprende.
Gracias todo. Gracias a todos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)